En la capilla del Rosario podemos ver un magnífico ejemplo del uso de la técnica de la falsa ventana, con lo que Eugenio Guilló (1705) logra el efecto de luz y espacio.
En el lado de la escena del cáliz existe efectivamente una verdadera ventana, que ilumina la capilla.
En cambio, al otro lado, en la escena del rosario y la estrella, el pintor crea la ilusión de luz y espacio a través de una falsa ventana, la cual, junto con el falso balcón, logra el efecto pretendido.