Los frescos de la capilla del Rosario son, sin duda, el elemento artístico de más valor de la iglesia de San Vicente Ferrer de Castellón.
Se trata, como ha dicho Patricia Mir Soria, la autora que mejor lo ha estudiado, de un “prodigio del ilusionismo”, de “la única muestra de decoración al fresco del barroco en la ciudad de Castellón”. Como ha señalado esta autora, “resultan especialmente atractivas las soluciones técnicas, que revelan un notable dominio de la perspectiva, a través de escorzos, cielos fingidos y arquitecturas pintadas, produciendo el conjunto un logrado efecto ilusionista”.
El autor de tan impresionante obra dejó estampada en ella su firma y la fecha en la que se realizó, tal y como vemos en la imagen: “Eugenius Guilló, faciebat 1704”, esto es “Pintado por Eugenio Guilló el año 1704”. Los especialistas consideran que ésta es la mejor obra conocida de Eugenio Guilló
Estos frescos constituyen toda una exaltación a la Virgen del Rosario.
Vamos a iniciar una visita por los diferentes elementos que componen la capilla del Rosario. Como guía podemos tener en cuenta esta plano con el esquema general de la obra.