En la cúpula central de la capilla del Rosario podemos contemplar la gran composición de exaltación a la Virgen del Rosario pintada por el artista Eugenio Guilló el año 1704, obra cumbre del ilusionismo barroco valenciano.
La Virgen es la figura que destaca justo enfrente de la entrada, lo que nos informa de que es la protagonista de la capilla. La Virgen está con el Niño Jesús sobre sus rodillas, sentada sobre un amplio trono de nubes que varios ángeles portan con suavidad. El Niño sujeta la bola del mundo en una mano y una flor, símbolo de pureza, en la otra. La Virgen, con túnica roja, sujeta un rosario en la mano. Encima de la Virgen vemos una paloma que representa al Espíritu Santo. En el centro de la bóveda aparece la figura de Dios Padre, a modo de venerable anciano de cabellos y barba blanca. Rodeando a la figura de Dios Padre figuran en círculos un coro de ángeles que forman una espiral que crea la ilusión de profundidad. Los ángeles más próximos a la Virgen se encargan de portar las flores que inundan toda la capilla.